viernes, 9 de septiembre de 2011

Pues tampoco ha tardado tanto...



Llevaba varias semanas, y si me apuran, incluso meses, deseosa de que llegara este día, aunque eso supusiese haber pasado el verano, las vacaciones y que solo queden 17 días para volver a empezar. Pero el día de hoy supone, para mí, una simple estudiante de medicina con mucha ilusión y ganas, un antes y un después. Sí, ambas a la vez. Supone el comienzo de un nuevo curso, no formalmente, pero si administrativamente hablando; supone el inicio de un curso que cierra no solo un ciclo, sino toda una carrera. Pero también supone el inicio de una etapa posterior, esa etapa a la que todos tanto tememos, aunque a la vez, esperamos con tantas ganas. Yo la considero una relación amor-odio, aunque estoy seguro que lo primero gana por goleada, aún cuando en momentos de agobio y flaqueza todos nos hayamos planteado la idea de “ay, quién me mandaría a mi a meterme en medicina”, “¿por qué no haría yo enfermería, que eran 3 años solamente?”, etc., etc.
Bueno, la cuestión es que hoy estoy especialmente feliz, he hecho por fin la última matrícula de la carrera (si Dios quiere, y no pasa nada extraño); he podido marcar todas y cada una de las asignaturas que faltaban para completar el plan de estudio. Debo reconocer que he pasado varios días metiéndome en mi expediente, asegurándome del número exacto de créditos que me faltaban, las asignaturas que tenía que coger, haciendo cálculos, incluso apuntando en un papel cada asignaturas con sus respectivos créditos, calculadora en mano. Si, la verdad es que a veces me ronda el espíritu TOC con ganas de poseerme, creo que algunas veces, incluso lo consigue. Pero la cuestión, es que hoy tenía que tenerlo todo seguro y bien seguro.  
Como bien digo en el título de esta entrada, 6 años de carrera han pasado más rápido de lo que pensaba, aunque en ciertos momento los días, semanas y meses se hicieran interminables; al fin y al cabo, como bien dijese Jorge Manrique “cualquier tiempo pasado fue mejor”, y con el paso de los años, no te acuerdas de los agobios pre-patología general o pre-farma, sino de que terminaste 3º hace ya ¡2 años! Aún me acuerdo de aquella novatilla de primer año, que cuando iba a copistería y veía a algún compi mayor pedir apuntes de 4º, 5º,  y ya ni te cuento de 6º, lo miraba y pensaba “Dios mío, en 5º de carrera, y yo empezando primero, qué envidia, que ya casi está terminando”. Y mirad lo rápido que ha pasado el tiempo, que ahora soy yo la que casi está terminando. Nunca he dudado acerca del ya mencionado verso de Manrique, pero estoy segura, que en nuestro caso, lo mejor está por llegar; creo firmemente que ha empezado hoy...

2 comentarios:

Menelwen dijo...

O no es tan extraño eso de calcular los créditos que te quedan, o yo también tengo un poco de TOC :P Me pasé toda la semana pasada haciendo cálculos, e incluso hoy, he visto que coincidían los créditos de los que me he matriculado con los que ponían que me faltaban en el resumen del expediente.
Esto supone el fin de una etapa pero el comienzo de otra más bonita, así que toca afrontar este último año con mucha ilusión y también muchos nervios, y ya verás como antes de que nos demos cuenta, estamos a las puertas de junio y de la graduación, y nos parecerá que el curso acaba de empezar.
:)

Anónimo dijo...

filosofar y filosofar, así es la vida.
Mentiría si dijera que no me afecta el no estar en la misma situación que vosotras, pero también mentiría si dijera que no me gusta la idea de ser un año más universitario, y puede ser en parte por el temor que dejas entrever en tus palabras. El destino es a veces caprichoso. Mientras, seguiremos expectantes ante el mismo.